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viernes, 7 de noviembre de 2014

Himno Nacional Mexicano

El himno nacional mexicano fue definido durante el gobierno de Antonio López de Santa Anna. En el año de 1853 se convocó a un concurso para definir la letra siendo el ganador el poeta Francisco
González Bocanegra de San Luis Potosí, la composición de la música también fue contemplada para este concurso, pero ninguna de las partituras presentadas fue del agrado de los jueces.
Después de varios intentos de musicalizar el himno, mediante otro concurso se obtiene también la partitura. El compositor catalán Jaime Nunó Roca resulta ganador de certamen
Después de darle forma a los arreglos musicales y varios ensayos después, el Himno Nacional, fue interpretado por vez primera la noche del 15 de Septiembre de 1854, en el teatro Santa Anna, que poco después cambio su nombre por el del Teatro Nacional. La primera interpretación estuvo a cargo de una compañía de ópera italiana que se encontraba en México, dirigida por el maestro Juan Bottesini y el coro de la compañía de Miguel Masón y Pedro Carbajal, La obra conjunta fue interpretada por el Tenor Lorenzo Salvi y la Soprano Claudia Florenti.

El himno original contiene 84 versos decasílabos, repartidos en el coro de introducción -tiene cuatro- y en diez estrofas de ocho versos cada una. Sin embargo, desde el triunfo de la Revolución de Ayutla, se acostumbró no cantar las estrofas IV y VII porque en la primera se alude a Antonio López de Santa Anna Pérez (“Del guerrero inmortal de Zempoala”) y en la segunda a Agustín de Iturbide Arámburu (“Y de Iguala la enseña querida”).

Himno Nacional poema original

Coro
Mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.


ESTROFA I
Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino,
por el dedo de Dios se escribió;
Mas si osare un extraño enemigo,
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dió.
Coro
ESTROFA II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles (recuerdos) del triunfo, tu frente
volverán inmortales a ornar.
Coro
ESTROFA III
Como al golpe del rayo la encina
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó;
Ya no más de tus hijos la sangre
se derrame en contienda de hermanos
sólo encuentra el acero en tus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
Coro
ESTROFA IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defienda la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible
tu sagrado pendón tricolor;
El será el feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo,
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
Coro
ESTROFA V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! Los patrios pendones
en las olas de sangre empapad:
¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle
los cañones horrísonos truenen,
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
Coro
ESTROFA VI
Antes, patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie;
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y tus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la Patria aquí fue.
Coro
ESTROFA VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la tropa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid:
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
Coro
ESTROFA VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares
el guerrero a cantar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar:
Tornáranse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas
también sabe a los bravos premiar.
Coro
ESTROFA IX
Y el que al golpe de ardiente metralla
de la patria en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille de gloria la luz:
Y de Iguala la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa la cruz.
Coro
ESTROFA X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento,
los convoca a lidiar con valor:
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para ti de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
Coro

Después de ser estrenado el Himno Nacional sufrió un desuso por los siguientes gobiernos, dada la animadversión hacia todo lo referente al gobierno de Antonio López de Santa Anna. Fue Porfirio Díaz quien revivió el himno de Bocanegra y Nunó; durante su gobierno, logró por fin arraigarse definitivamente en el gusto popular y en el oficial. En 1901, a manera de homenaje, el gobierno de Porfirio Díaz invitó a Jaime Nunó a asistir a las fiestas patrias. La noche del 15 de septiembre, Nunó dirigió a un grupo de bandas militares en la interpretación del Himno, durante la ceremonia oficial frente a Palacio Nacional.
El Himno Nacional que se canta actualmente se definió en el gobierno del general Manuel Ávila Camacho. Por decreto del 20 de octubre de 1942, publicado el 4 de mayo del año siguiente, se declaró como oficial el editado por la Secretaría de Educación Pública, que comprende cuatro de las diez estrofas, intercaladas en ellas cinco veces el coro.
Las estrofas que se incluyen son la I, V, VI y X. En esa disposición se dice que "queda estrictamente prohibido alterar, corregir o modificar la letra o música del Himno Nacional". He aquí la letra del actual canto patrio, el que debemos cantar:
Himno Nacional adecuado a la ley de 1942, utilizado actualmente
CORO
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra,
Al sonoro rugir del cañon.
ESTROFA I
Ciña ¡oh, Patria! tus sienes de oliva
De la paz el arcángel divino,
Que en el cielo tu eterno destino
Por el dedo de Dios escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
Profanar con su planta tu suelo,
Piensa ¡oh, Patria querida! que el Cielo
Un soldado en cada hijo te dio.
CORO
ESTROFA V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
De la Patria manchar los blasones!
¡Guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra Guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen,
Y los ecos sonoros resuenen
Con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
CORO
ESTROFA VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
Bajo el yugo su cuello dobleguen,
Tus campiñas con sangre se rieguen,
Sobre sangre se estampe su pie;
Y sus templos, palacios y torres
Se derrumben con hórrido estruendo,
Y sus ruinas existan diciendo:
De mil héroes la Patria aquí fue.
CORO
ESTROFA X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
Exhalar en tus aras su aliento,
Si el clarín con su bélico acento
Los convoca a lidiar con valor.
¡Para tí las guirnaldas de oliva!
¡Un recuerdo para ellos de gloria!
¡Un laurel para tí de victoria!
¡Un sepulcro para ellos de honor!
CORO
Fue hasta 1984, con la publicación de la nueva Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que se definió, en los artículos 57 y 58, la letra y música oficiales del Himno Nacional, con la finalidad de garantizar precisión y uniformidad en su canto, ejecución, reproducción y circulación.
Uno de los principales propósitos de la nueva ley era sustituir el carácter restrictivo de la legislación de 1967, para, en cambio, propiciar el acercamiento de los mexicanos a sus símbolos nacionales, evitando contravenciones a la Ley, pero estimulando a la población a participar activamente en el culto de sus símbolos patrios, a hacerlos presentes en su vida cotidiana. En este espíritu, se suprimió la prohibición de la Ley de 1967 para ejecutar el Himno Nacional en espectáculos y reuniones sociales que no fueran cívicas y en toda clase de establecimientos públicos, con la condición de que su interpretación se hiciera de manera respetuosa y solemne.